Barcelona, 1962
Las obras de Rosa Galindo son imágenes soñadas que representan un mundo imaginario. Experimentando con las posibilidades de diferentes técnicas y materiales, suele utilizar el procedimiento de pintura inversa en Plexiglas, que le permite jugar con transparencias y opacidades.
Las pinturas de Galindo son una alegoría que refleja nuestra presencia como individuos en un asombroso universo imaginario. Su trabajo refleja una idea filosófica que busca entender el lugar de la humanidad en el mundo. Las elegantes pinceladas y los pigmentos, aplicados con vigor, son signos visibles del proceso de trabajo de Rosa Galindo, en los que se puede apreciar la esencia de la Pintura de Acción.
Rosa Galindo refleja su gran energía y su calidad gestual utilizando impetuosos y amplios gestos y añadiendo capas de pintura que trabaja y retoca con sus pinceles, paletas y -a menudo- con sus manos. Los objetos que representa Rosa Galindo aparecen como flotando sobre los fondos de su pintura. Estas imágenes sugieren a menudo meditación y reflexión personal.